TAG Heuer es una compañía extraordinaria que no ha dejado de revolucionar el sector de la relojería desde que Edouard Heuer la fundara en 1860 con tan solo 20 años. La Manufactura ha aportado importantes avances técnicos como el piñón oscilante de 1887.
Ha revolucionado la estética con modelos emblemáticos como el TAG Heuer Carrera, comercializado en 1963; y en la escena comercial hizo soplar vientos de cambio que rápidamente trajeron embajadores legendarios como Juan Manuel Fangio y sus cuatro ediciones limitadas, siendo este un hito para la marca que se embarcaba en este tipo de fabricación exclusiva, y asociaciones en el mercado local en los últimos 30 años con el automovilismo local y competencias de distintas categorías internacionales que se disputaron en Argentina así como la última asociación con la Conmebol como cronometrador oficial de la Copa Libertadores.
Pero lo que realmente distingue a TAG Heuer es la excepcional calidad de sus relojes y cronógrafos, algo de lo que la Manufactura se siente inmensamente orgullosa. Estas extremadamente fiables y sólidas piezas son un motivo de orgullo para sus propietarios y ya forman parte de nuestras vidas cotidianas. ¿Qué más podría pedir un fabricante de relojes?